Casi pronoico.

No se si hay destino. Si así fuese me gustaría leerlo, en parte. No sé si todo se improvisa. Como el mejor de los solos de un saxofonista. Solo sé que todo surge a mi favor. O casi. Aprender. De la más baja de las situaciones siento y recordaré, al igual de la más alta. Parecer que no me queda mundo por recorrer, que estoy ahogado en un mar sin superficie. Todo va a mi favor. Sobreviviré. Aunque con desconfianza alguna, lo haré.

Me dicen que somos malos. Que no te fíes de nadie. Ya tengo miedo. Pues yo quiero dar oportunidades. Que con eso se llega muy lejos. Que con miedo no sales de casa, pero con valentía das la vuelta al mundo en ochenta días. ¡Que sí! que todo irá bien. Que me rompan el corazón. Que dejen de quererme. Que me apuñalen. Aprenderé. Saldré fuerte. Sobreviviré. Seré mejor. Porqué ser así y verlo de color rosa no es ser tonto, sino más bien un maestro.

Sin rencor y una sonrisa. Sin dejar de dar un paso, solo que sean un poco más cortos, no hay que avanzar tanto, que la calidad es más importante. Pensar que todo va a favor. Y que aunque no sepas si esta escrito o por escribir, todo sigue y nada para. Que si te dan un guantazo tu decides si es tu peor momento o tu mejor aprendizaje. Saberlo ver. Cuando el alumno esta preparado aparece el maestro dicen los sabios que pasaron de todos colores.

En ocasiones la situación se vuelve indeseable, se vuelve pesadilla. Pero como todo nada es eterno. Que lo que ahora es un problema mañana será tu mejor ejemplo. Que cuando más desconfíes, más buena es la oportunidad. Hay que abrazar, porqué cuando menos lo merecemos es cuando más lo necesitamos. Desconfía. Todo irá bien.