Improvisada improvisación.
- Ramon Masip Garcia
- 27 mar 2017
- 2 Min. de lectura
Comido por los malditos nervios, subo las eternas escaleras que terminan a la puerta de entrada de la casa de una diosa que me conquistó, lo que los humanos llaman, corazón. Cagado sin embargo por el miedo a fracasar, a anticipar lo que quizá pueda que no deba ser. Como yonqui emocional accedo con permiso a su pequeño mundo, de puntillas, no vaya a ser que le quite el sueño a su mejor creación.
Un mantel floral, con la receta destinada a la creación del lubricante más lujurioso, con la mejor amistad del sorbo rosado y la tenuidad de una luz que dice lo especial que será el porvenir. Casi nada queda de mi, casi extinguido por las emociones, entre dudas de un que coño le pasa a ese tipo que solo habla por no callar.
Improvisada improvisación del momento, las cosas nunca salen como el múltiple guión creado, simplemente, van como van, y punto, nunca sabes cuando va a salir el conejo, sin embargo, llegado el momento nunca hay que disparar donde esta, sino donde estará para dar en el clavo y acertar. Ahora!
Parquinsoneando saco del bolsillo toda la magia, como un “all in” en el poker, un todo o nada, como un salto al vacío esperando a ser cogido o me estrello, porqué no llevo ni paracaídas ni se si estas allí, porqué quiero intentar-lo, porqué quiero demostrarte que hay dentro de eso que llamáis corazón, que emociones se esconden, y más que cuales son, hasta donde son capaces de llegar, por ahora, porqué la maldita racionalidad las van frenando.
Coges y abres la caja que guardaba para ti, y la sinceridad hace de si la jugarreta de hacerte sudar los ojos color océano. Una comida por comer, un sorbo por terminar, una mirada que espera una respuesta, otra que la da; un silencio que lo dice todo. La mejor emoción que acaba de nacer y que ya es escrita en nuestro libro. El mejor momento; cuando entre lágrimas sinceras de gran emoción te levantas, y con tu elegante andar, te me acercas, terminando tu paseo encima de mi, sentándote y diciéndome a la vez que rozas mis ojos con tu marítima mirada: Quiero que me lo pongas tu!


Comentarios