top of page

Carta de un ex-sinvergüenza.

  • Ramon Masip Garcia
  • 25 abr 2017
  • 1 Min. de lectura

Perdí la cuenta al respeto y a la dignidad, lancé por la ventana un poco de humanidad, olvidé por un momento que la herida puede sangrar, ignoré por completo que lo que parecía un triste acto sin importancia a mi pesar, es para quién más amo el peor de los hachazos.


No aprendí de lo que me dijeron que tenía que aprender, si he aprendido haciendo lo que hice; aprendí equivocándome, del error, del mal paso que merece ser subrayado, que aunque parezca de buena fe, aprendes que puede hacer trizas un corazón, en verdad, ya lo he hecho.


Lo siento, pensaba que te conocía lo suficientemente como para no herirte, mi intención era otra. Ahora por lo menos, ya te conozco un poco más para seguir cuidándote mejor, a la vez que, ya me conozco un poco más para desprenderme de esa sinvergüenzenería.


Porqué el arte de aprender haciendo es lo que tiene, que solo se aprende cuándo lo que haces termina removiéndote por dentro como un espiral de cuchillos afilados desgarrándote la tripas sin compasión, agachándote la cabeza a la vez que aceptando el aprendizaje te buscas en ti mismo; llegando a la conclusión de que si no te dicen ¡He que eso duele! Ni me entero de lo idiota que puedo llegar a ser.

Que por eso, gracias porqué estoy aprendiendo a ser mejor, que por eso pido perdón, por la herida, que por eso perdona, pero gracias porqué me estas enseñando a ser quién quiero ser.


 
 
 

Comentarios


Suscríbete para obtener actualizaciones

¡Felicitaciones! Estás suscrito

  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black Pinterest Icon
  • Black Flickr Icon
  • Black Instagram Icon

© 2023 by The Mountain Man. Proudly created with Wix.com

bottom of page