El Castillo y vuestras flores.

“Como pesa la maldita piedra! Venga que ya llego y una vez en su sitio jamás tendré que volver a cargar con ella...”

No mi castillo, no va a ser derrumbado mi castillo por una pieza mal puesta, no, me niego a que se derrumbe, me niego a no seguir construyéndolo, quiero mi castillo tal y como se empezó casi un año hará dentro de luna i media, este castillo es de verdad.

“Buff! Esta pieza no encaja. No pasa nada! A por otra!”

Puede que no sea el mejor constructor de castillos, pero lo haré. Nunca quise aprender a hacer castillos, pero ahora ya si, quiero terminar lo que empecé, que ya no quiero castillos de papel en donde una floja lluvia difuminaba la estructura en un suelo que pinchaba. Ya no quiero castillos de paja, en donde una brisa de verano hacia desaparecer en las nubes el sueño de tener un castillo, no, ya no quiero castillos de una noche, ya no quiero castillos para jugar, no, ya no quiero semejantes castillos, quiero uno, solo uno, y quiero que sea de verdad, que sea fuerte, que sea para siempre.

“Esta pieza aquí está perfecta! Hace fuerte! Iré a por otra.”

Nadie me enseñó, nadie me dijo cómo debe hacerse, nadie, absolutamente nadie me enseñó ni me enseñará, pero aprenderé, porqué querer es poder, y yo quiero, yo puedo y lucharé hasta colmar la ultima pieza de mi castillo, que no será de juguete, será para toda la vida porqué cuando una pieza se ponga mal, cuando una pieza se ponga erróneamente, será devuelta a su maldito origen, bajaré de la torre, buscaré día y noche otra pieza mejor, y la pondré, porqué este no solo será mi castillo...

Si! Tu! No te hagas la despistada A.D.E., es vuestro castillo también! Así que id pensando dónde queréis las flores!