Dar es ser.

Dicen que en la vida tenemos que sonreír para ser felices, pero nadie dice cómo debemos conseguir la felicidad para sonreír, y nos vamos perdiendo en frustraciones absurdas porqué no encontramos el modo en ningún maldito rincón de este mundo, a pesar de tenerlo delante de nuestras narices.

Con el tiempo me he dado cuenta de que la felicidad es mas sencilla de lo que parece, y que todo lo complejo se convierte en la absurda búsqueda, en un farol que nos hicieron creer y que no existe. La felicidad es ser coherente con el corazón, coger tu lógica y decirle que hay que confiar con las emociones, creer que es posible para serlo, apostar a ciegas lo cual significa verlo con el corazón, porqué ellas, las emociones, son como la escalera real de color, en que la partida se gana si o si.

Que la felicidad no depende de nadie más que de uno mismo, pero una sonrisa si hace que decidas apostar decididamente, y yo decido hacerlo por la tuya, la de verdad, la que dibujas con el corazón, cuando crees en mi verdad, la que pintas en tu rostro cuando te hablo con el corazón y los ojos hundidos de sinceridad, cuando te quiero, porqué si algo he aprendido es a ser sincero y respetarte, saber que quererte bien es lo que siento y hacerte feliz lo que me lo hace ser a mi.

Y sinceramente, mi felicidad no depende de ti, pero si de que consiga dibujarte una sonrisa más, y eso depende de mí, porqué dar es ser.

(Pd: El amor tiene un sinfín de direcciones, y aunque mi inspiración y fortaleza es ella; es cierto que hay muchas sonrisas que pueden hacernos decidir dar y apostar por ellas, familia, amistades, incluso animales, por eso quiero invitaros a reflexionar sobre la amplitud de lo que verdaderamente hace que os sintáis felices, descubridlo en vuestras vidas y apostad, el corazón no miente, siente, y recordad que dar es ser.)