Resucitar.

Abandonado bajo tierra, mínimo contacto con la verdad, no sea que se incumplan los deseos del poderoso malvado dueño de sus vidas, hay que esconderse, que no se entere, hay que estar cerca de él y acatar sus ordenes más posesivos, no vaya a ser que se enfade y se de cuenta que sus vidas no le pertenecen y nos castigue, hay que esclavizarse.

Se debe esconder en lo más profundo de bajo tierra, simulando, incluso, la muerte, o mejor aún, ¿porqué no morirse? de esa forma nunca se enterará que ha sido engañado de la verdad y nunca las castigará. Da miedo.

Lejos, muy lejos bajo tierra solo esconde oscuridad, que más da abrir los ojos, si solo hay nada, que más da cerrar los ojos, si el interior se va tiñendo de negro, que más da perder lo que no se tiene, si nada se puede tener ni a bajo tierra ni arriba el cielo; enserio, hay que salir, decir la verdad, el poder y la protección no esta en ni la posesión ni en la sumisión, el poder y la protección esta en la dignidad y verdad, y para ello debe de haber luz, salir de bajo tierra, convertir lo oscuro en iluminación, mirar a los ojos a los cobardes que poseen a los débiles, y decirles la verdad, que su reinado ha terminado, que la libertad empieza aquí y ahora, porqué esta es la decisión.

Y que aunque les digan que ha fallado al resucitar de bajo tierra, él sabe que no le habrá fallado ni a la dignidad, ni a la verdad, ni mucho menos a la libertad de todas, que algún día agradecerán.