Abril.

Tu, su morenita, que pocas ganas de ver el brillo del Sol, que cogida a su ombligo, ibas creciendo cada día un poca más, a palos con las paredes de tu viva madre que ya te iba, impacientemente, soñando. Que el calor de su barriguita te atrapó, pero las ganas de la primera Luna Llena de un Abril de 2020, y el vivaz calor de sus eternas manos, se convirtieron en tu mayor deseo de esa mañana, cuando empezaste, rebelde e irremediablemente el espectáculo.

Que más da los tiempos que iban corriendo por acá, “Nothing else matters” dice una de las canciones más bellas (ya las conocerás), tu y “Solo tu” valías la alegría en esos días de espera, “Las ganas” de Rock&Roll entre sus brazos llegaron, con la timidez de su primera vez y la inexperiencia que ya iban experimentando. “Que bonita la vida”, que al salir al escenario les “Dibujas con tus labios y les haces entender, que lo que pasa aquí no es teoría. Dibujas pensamientos que traviesa su piel, y les llegaste a dar. Que puntería!”.

Tu ya en casa, ni la tuya, ni la de ellos, la vuestra, siendo simbiosis con el universo en este rinconcito de mundo, donde serás “la estrella de los tejados y lo más rock&roll de por aquí”. Tu aún con ojitos de paz, al borde de entender la energía que te envuelve, sientes el calor de unas lágrimas de amor, en qué “Los charcos” de unos indomables padres que “te comerían a versos”, llenan la casa colgada de cascadas por las ventanas.

Goza de su amor cuándo entiendas estas letras, porqué entenderás “Lo emocional” que fuiste para ellos.

Un abrazo pequeña Abril.